Argentina reconoce certificaciones internacionales y reduce la burocracia

La Secretaría de Industria y Comercio oficializó, a través de la Resolución 313/2025, que los fabricantes, importadores y productores de una serie de bienes podrán respaldar la seguridad y calidad de sus productos presentando estudios y certificaciones emitidas en el exterior.

De ahora en adelante, cualquier organismo técnico —nacional o internacional— que esté acreditado por el Organismo Argentino de Acreditación (OAA) o por entidades equivalentes reconocidas en acuerdos multilaterales, estará habilitado para elaborar informes de ensayo o extender certificados válidos en Argentina.

Bienes alcanzados por la medida

La normativa comprende a encendedores, lentes de sol, bicicletas infantiles, juguetes, tableros de fibras y partículas derivados de la madera, así como también a muebles fabricados con estos materiales.

Hasta esta modificación, los ensayos y certificaciones realizados fuera del país debían repetirse en territorio nacional, lo que implicaba más costos y demoras tanto para las empresas como para el Estado. Ahora, en cambio, se reconocen estándares internacionales como las normas ISO, EN (europeas), ASTM, además de las ya utilizadas en la región: IRAM y NM (MERCOSUR). Esto también actualiza regulaciones que en algunos rubros tenían más de dos décadas de antigüedad, como sucede con los juguetes.

Impacto administrativo y económico

Según el Ministerio de Economía, la decisión permitirá eliminar más de 12.000 trámites anuales, reduciendo cargas burocráticas y gastos innecesarios. Con ello se busca ampliar la oferta de productos en el mercado y estimular la competencia.

La resolución se enmarca en un proceso más amplio de modernización normativa. En paralelo, se adaptaron los procedimientos de control metrológico para instrumentos de medición —como balanzas, termómetros, medidores de agua o surtidores de combustibles—, que ahora podrán certificarse internacionalmente a través del Organismo Internacional de Metrología Legal (OIML).

Gracias a esto, se eliminan duplicaciones en las aprobaciones de modelo y se agilizan las verificaciones iniciales mediante el reconocimiento de ensayos de laboratorios que mantengan convenios multilaterales con el OAA.